El Castillo Palacio de Peñíscola también llamado Castillo del Papa Luna está emplazado en la zona más elevada del peñón que domina la ciudad, alcanzando una altura de 64 m sobre el nivel del mar. Su perímetro es de unos 230 m y tiene una altura media de 20 m. Los Templarios construyeron esta obra románica sobre restos de la antigua alcazaba árabe entre 1294 y 1307. El castillo fue levantado con muros de piedra labrada. La mayoría de las dependencias se cubren con bóvedas de cañón.
El Papa Luna, una de las figuras hispánicas más universalmente conocida y a la vez controvertida, se trasladó en 1411 a Peñíscola convirtiendo su castillo en palacio y biblioteca pontificia. De los muros y dependencias de esta fortaleza irradian ideas, sentimientos y prejuicios sobre un hombre íntegro, honrado y virtuoso que tuvo la osadía de perseverar en su convencimiento de verdadero Papa de la Iglesia Católica en una época marcada por guerras, ambiciones, codicias y corrupciones que afectaron incluso a las altas dignidades de la Iglesia, cuyo poder espiritual tuvo que claudicar ante el poder político y civil.